Desde las 8 de la mañana he estado en pie para acabar de retocar maletas y emprender el viaje hasta Oujda.
Todo correcto y sin ninguna cosa digna de contar excepto que cuando llegamos al aeropuerto de Nador y justo en el momento de entregar la ficha migratoria, un grupo de mujeres nos pedían si les podíamos rellenar la suya a causa de no saber escribir.
En cuanto al calor se puede sobrellevar muy bien aún estando a 40 grados pero sin humedad.
Una vez en Oujda primer paseo de reconocimiento para el que ya he tomado las primeras fotos y sensaciones muy muy buenas. Me recuerda a un Marrakesh pero sin los turistas. Aquí no están acostumbrados, con lo que no son muy insistentes cuando te ven.
Fotos y a dormir ya que mañana es nuestro primer día de trabajo en casa de AMAL, la organización local con la que colaboraremos.
